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Probablemente habrás oído hablar del multimasking, una de las últimas tendencias de belleza más populares. Esta técnica consiste en aplicar dos o más mascarillas faciales en distintas zonas del rostro. En este blog te explicaremos todo lo que necesitas saber para conseguir un buen resultado. ¡No te lo pierdas, es muy sencillo! Además, si te interesa el mundo farmacéutico, puedes especializarte con nuestros Másteres en Dermatología y Cosmética.

¿Cómo funciona el multimasking?

El multimasking es una técnica de belleza que combina varias mascarillas, con funciones específicas, al mismo tiempo, en diferentes zonas de la cara. Se recomienda realizar el proceso de una a tres veces por semana, después de la limpieza facial y antes de la crema hidratante.

Primero hay que tener en cuenta que la piel no es una superficie uniforme. Es decir, es muy probable que en un rostro existan zonas más grasas, más secas o, incluso, sensibles. Por ejemplo, en la mayoría de las pieles, la zona T (barbilla, nariz y frente) es la más grasa. Es donde hay más brillos y aparecen más espinillas. En cambio, las partes más secas suelen ser las mejillas, la frente y el área alrededor de los ojos. Por lo tanto, antes de empezar, hay que identificar las necesidades de nuestra piel para que el efecto se lo más efectivo posible.

Paso a paso

Antes que nada, hay que limpiar el rostro, mejor con una leche suave y tonificar, para purificar los poros y las zonas propensas al acné. Una vez limpia toda la zona T, se puede aplicar la mascarilla, siguiendo las instrucciones del fabricante. Normalmente se suelen dejar actuar hasta 20 minutos.

El segundo paso consiste en hidratar y nutrir. Tras retirar correctamente la mascarilla limpiadora de la zona T, se cubren los pómulos y las mejillas, unas de las zonas más secas, con la mascarilla hidratante y suavizante.

Por último, la zona de los ojos siempre se trata aparte. Las mascarillas nutritivas son las más habituales para el contorno de ojos ya que tienden a perder su elasticidad con el paso del tiempo y esto conlleva la aparición de arrugas prematuras. En este caso, no se debe dejar más de 15 minutos ya que es la zona más frágil y sensible de la cara.

Diferentes tipos de mascarillas

Actualmente, tenemos la suerte que existen mascarillas para todo tipo de pieles. Incluso están formuladas y recreadas para todos los gustos, de acción nocturna, en formato sábana, de rápida exposición hasta 5 minutos, que se endurezcan, entre otras. A continuación, se muestran algunas de las mascarillas más conocidas:

  • Las hidratantes aportan un extra de agua hasta las capas más profundas.
  • Las limpiadoras eliminan las células muertas activando la renovación cutánea.
  • Las reafirmantes de “efecto flash” provocan en la piel una tensión de tipo físico y una obstrucción que reafirma los tejidos.
  • Las iluminadoras estimulan los casos capilares superficiales los cuales se encargan de llevar los nutrientes a los tejidos aportando luz al instante.

Beneficios del multimasking

Esta técnica ofrece un cuidado de la piel mucho más personalizado. Es decir, permite que cada piel escoja el cuidado que necesita en cada área del rostro y en cada momento. Nuestra piel va cambiando a lo largo del año debido a varios factores.

Otro beneficio es que supone un ahorro de tiempo en los tratamientos de belleza. Y, además, no se desperdicia producto aplicando una mascarilla donde no se necesite.