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Las patologías dermatológicas engloban muchos tipos de enfermedades cutáneas primarias y otras sistémicas que se manifiestan a través de la piel. Las más visibles, como la psoriasis o el acné, además de provocar picor también pueden repercutir psicológicamente. En este blog repasaremos las más comunes y mencionaremos sus causas y síntomas asociados.

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¿Cuáles son las patologías dermatológicas más frecuentes?

Muchas de las causas de estas patologías dermatológicas son debido a factores ambientales y genéticos, aunque también pueden producirse por problemas inmunológicos.

A continuación, se destacan algunas de las enfermedades cutáneas más comunes:

Acné

El acné es una de las enfermedades de la piel más conocidas. El 80% de las personas entre 11 y 30 años la sufren. Sin embargo, su punto álgido se encuentra entre adolescentes mujeres de entre 14 y 17 años y en hombres de 16 a 19. Por lo tanto, suele aparecer en la pubertad, una etapa con cambios hormonales.

Se caracteriza principalmente por la aparición de comedones (granos con sebo). Su aparición se produce por la inflamación de los folículos pilosebáceos. Y, afecta normalmente al rostro y a la mitad superior del tronco.

En algunos casos, esta patología puede dejar secuelas cicatriciales y ocasionar un grado de afectación psíquica en una edad un poco complicada. Por eso, se recomienda acudir al dermatólogo y aliviar los signos del acné cuanto antes, mediante tratamientos específicos recomendados. En función del daño producido en la piel, puede ser más leve, moderado o grave.

Psoriasis

La psoriasis se produce cuando el cuerpo provoca demasiadas células cutáneas. Existen tratamientos para paliar la enfermedad y controlar su crecimiento. Sin embargo, es un trastorno crónico, sin cura definitiva. Por lo tanto, los efectos pueden aparecer al cabo de un tiempo.

Depende de la persona, los síntomas pueden durar semanas o meses. Los más comunes provocan manchas rojas en la piel cubiertas por escamas, piel seca que puede llegar a sangrar, también produce picor, ardor o incluso dolor y, en algunos casos, inflama las articulaciones.

La probabilidad de padecer psoriasis depende de los factores ambientales, un sistema inmune debilitado, altos niveles de estrés, el tabaquismo o la obesidad.

Rosácea

Esta enfermedad de la piel es crónica y bastante difícil de tratar. Afecta al rostro, concretamente, a las mejillas, frente, nariz y barbilla y, algunas veces, a los ojos. La sufren normalmente mujeres, sobre todo en la etapa de la menopausia, y también personas de piel clara.

Aparece en forma de enrojecimiento y, normalmente, produce ardor y rigidez. Además, crea una gran intolerancia a muchos cosméticos.

Dermatitis atópica

La dermatitis atópica, conocida también como eccema, se debe a una reacción en la piel.  Resulta común especialmente en los niños, sobre todo, en los bebés de 2 a 6 meses. No obstante, también puede representarse en cualquier edad. Su aparición se puede dar por condiciones climáticas, haciéndola sensible a diferentes sustancias irritantes.

Se caracteriza por un enrojecimiento en la piel y causa picor. En este caso, tampoco hay una cura, pero sí tratamientos con la aplicación de cremas para aliviar la picazón.

Herpes

El herpes es una infección viral que causa ampollas dolorosas por distintas partes del cuerpo. Existen dos tipos: el herpes labial, que aparece alrededor de los labios, o el herpes genital, que aparece en los órganos sexuales.

Es contagioso y puede volver a aparecer en momentos de estrés o debilidad del sistema inmunológico.

Verrugas

Las verrugas son pequeños crecimientos en la piel causados por el virus del papiloma humano (VPH). Pueden aparecer en distintas partes del cuerpo como manos, pies y genitales. Son contagiosas y se transmiten por contacto directo.

Los tratamientos incluyen medicamentos, procedimientos quirúrgicos o terapias láser, dependiendo del tipo y ubicación de la verruga. Se debe tener precaución porque pueden causar problemas más graves.

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